Después
de siete años de metal, Rodrigo y Gabriela notaron que en acústico suena mejor

Este podría ser el mismo ejercicio que siguieron Rodrigo y
Gabriela cuando llegaron en 1999 a Dublin, Irlanda, para demostrar que la
fuerza del metal también suena bien en madera. Su desprecio por las etiquetas
hizo que, luego de dedicarle siete años al trash metal en Tierra Acida, la
banda que formaron en México, decidieran escapar del género y se reinventaran.
La pregunta es ¿qué son ahora?
Sus escenarios muestran dos sillas y dos guitarras acústicas.
No hay necesidad de nada más. “Queremos entregar a la gente una experiencia
musical cultural. No solo Rodrigo y Gabriela. Que disfruten la música como
suena, no porque se parece a algo”, comentaba Rodrigo hace once años. Y esa
idea apareció hace diez, cuando salió su álbum debut Re-Foc –su primer disco, Foc,
clara alusión al Load y Reload Metallica, fue una grabación
casera y sin micrófonos–. Los solos de Rodrigo, el acompañamiento de Gabriela y
la ausencia de voz en sus presentaciones ofrecen una nueva experiencia
sensorial. Composiciones con ritmos latinos, algo de jazz, folk, funk y riffs
metaleros.
"A veces el problema con una escena del rock es que la
gente se vuelve muy obsesiva con una banda, con un sonido. Para nosotros, el
funcionamiento perfecto y la mejor audiencia es aquella donde todo el mundo
está abierto a todas las formas de la música”, comenta Rodrigo.
Probablemente ellos mismos no saben qué género son, pero no
les importa. Rodrigo y Gabriela son un compilado de todo ante la caída de los
géneros musicales. “Queremos que nuestra música represente el mix de culturas
que existe hoy en día, que sirva como vehículo de entretenimiento y educación”.
Antes de Tierra Acida, Rodrigo tocaba para programas de televisión en México y
Gabriela era profesora de música. Aprendizaje y diversión. Nada más.
Publicación: Revista Regatas.
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